Simbología del Espacio

Simbología del Espacio

La grafología trabaja con símbolos que surgen de los rasgos grafoescriturales. La grafología es ciencia, ya que sistematiza su estudio y basa sus comprobaciones estadísticamente. Se la enseña en universidades de los países más desarrollados. En algunos países, como Israel, nadie consigue un puesto de trabajo si no pasa por el examen grafológico. La grafología colaboró en la captura del criminal nazi Eichman. El Servicio Secreto de Israel tuvo en cuenta el informe presentado por su equipo de grafólogos sobre la personalidad de Saddam Hussein, antes que estallara la guerra del Golfo. Aristóteles a manera de ley enunció que la escritura revela el carácter. Existen tres leyes en grafología de las que se deduce que que ni el más experimentado grafólogo puede desfigurar la letra para ocultar su personalidad.

En Suiza la grafología alcanzó un gran desarrollo gracias a las investigaciones de Max Pulver. Fue quien aplicó la simbología del espacio a la grafología. La simbología del espacio existe desde que apareció el primer ser humano sobre la Tierra. Existe en las leyendas, historias, en la mitología. Existió en todos los tiempos, en todos los lugares, y está en estrecha relación con el inconsciente colectivo. La tenemos todos incorporados desde que nacemos hasta que morimos. Se aplica en grafología, tanto al papel, como al texto, como a una línea, como a una palabra, como a una letra. Pulver divide al espacio en izquierdo y derecho, y en superior, medio e inferior. La zona superior está relacionada con lo espiritual, lo ideal, lo intelectual, lo místico, lo religioso. No es difícil entender esto, si está en nosotros, tenemos que comprenderlo. Cuando se implora a Dios se eleva la vista al cielo. La zona inferior guarda relación con lo material, lo ancestral, lo arcaico, la familia, con el instinto reproductor, con lo sexual, con el movimiento, lo físico, el deporte. La zona media está en relación con lo cotidiano, con el yo, lo actual, lo afectivo. Alguien muy egocéntrico va a escribir con una zona media muy grande, en relación a la superior o inferior, pero también se puede tratar de una persona muy afectiva. Las zonas izquierda y derecha tienen fundamental importancia pues muestra la evolución del individuo en el sentido de la trascendencia, de ir del yo al tu. La zona izquierda simboliza a la madre, la derecha al padre, de tal manera que si dividiéramos la firma en derecha e izquierda podríamos deducir aspectos de la relación con los padres. Por ejemplo letras de la parte izquierda complicadas o enmarañadas puede significar relación complicada con la madre. Falta de elementos en la zona derecha de la firma, puede significar falta de padre. A alguien a quien se le murió el padre puede dejar un gran blanco en toda la mitad derecha del papel. La zona izquierda simboliza la pasividad, la derecha, la actividad. La zona izquierda nos habla del pasado, la derecha del futuro. Todo movimiento escritural que se desplace hacia la izquierda va hacia la madre, por lo tanto, este movimiento, muchas veces tiene que ver con la dependencia, con la pasividad o con mecanismos de represión o de repliegue sobre uno mismo. Todo lo relativo a la zona derecha está en relación con el futuro, la actividad. Los hiperactivos tienen un margen estrecho a la derecha, “buscan” la zona derecha.